domingo, noviembre 04, 2007

LEGENDARIA V. Naval: 28, 29 y 30 de Marzo













EL VALLE DEL RÍO ÍBER
EN EL SIGLO III a.C.

La región del río Ibero (río Ebro) es una tierra fértil y soleada. Desde tiempos inmemoriales los pueblos que cerca de él residen han vivido de acuerdo con las normas que les han dictado sus asambleas y señores. Han vivido de sus pastos, de su ganado, de su caza, de sus campos y de su emergente comercio. A veces peleando por un puñado de tierra con la tribu vecina, a veces prometiéndose fidelidad eterna con la misma. Viviendo bajo los auspicios que les han dictado sus destinos a lo largo de los años. Cambiando objetos con gentes lejanas de allende de la costa, de habla extraña y brillantes sortijas. Pero siempre sintiéndose dueños de sus destinos y de sus anhelos. Ese es el privilegio del hombre. A los dioses han tenido siempre contentos, y cuando no ha sido así éstos se lo han hecho saber en forma de tormentas, riadas o sequías. Nunca han sabido de tiranías ni esclavitudes, sólo de guerras con sus vecinos por tierras en perpetuo litigio. Si alguna vez topaban frente a frente con su enemigo respetaban a sus dioses, pues los ajenos merecen el mismo respeto que los propios, no así su vida, ya que quitándola es como han reafirmado su poderío los guerreros por los siglos de los siglos. Pueblos de distintas lenguas, algunas venidas de más allá de las altas montañas, según dicen los más viejos, pero muchas de ellas muy parecidas entre sí.

Los pueblos del río Ibero son comunidades de distinta índole, creencias y organización. Algunos visten ropas, blanden armas y crean joyas importadas de más allá, donde el río crece y sus aguas se tornan mares. Otros tienen culturas de manera que ni los más ancianos saben discernir su procedencia en los albores del tiempo… Pero todos comparten un destino común, el destino que guía a los hombres…


PUEBLOS DISPONIBLES EN LEGENDARIA V

Iaccetanos: Pueblo pirenaico que ocupa la actual comarca de la Jacetania oscense. Se trata de un pueblo montañés. Su cultura hunde sus raíces en los sistemas de vida remotos de los valles, pero a la vez con un desarrollado sentido de la propiedad privada y con un mínimo sistema de organización estatal. Sus creencias y costumbres provienen de sus antepasados: los clanes pirenaicos. Aún con este sustrato cultural hay que decir que los iaccetanos han recibido en los dos últimos siglos una leve iberización, no al mismo nivel que los pueblos del levante y Andalucía pero sí podemos encuadrarlos dentro de la cultura íbera, manteniendo sus base cultural montañesa, pirenaica y a la vez misteriosa… Su capital es Iacca, poderoso baluarte inexpugnable en las faldas del Pirineo.

Suessetanos: Se trata de un pueblo encuadrado en la actual comarca zaragozana de las Cinco Villas. Según cuentan los druidas y los ancianos, este pueblo proviene de tierras allende de los Pirineos. Un pueblo que debió asentarse, en estos lugares, proveniente de tierras a miles de leguas de aquí al norte (más allá de los territorios de aquellos que se hacen llamar galos, aseveran los más ancianos). Esto explica su remarcado carácter celta y su lengua, totalmente diferente a la de los pueblos que lo circundan. Este es el pueblo que más encarna la cultura y el espíritu celta a este lado del río. Podríamos afirmar que es uno de los pueblos de Hispania que más ha adquirido el modelo cultural céltico de La Tène, válido para el resto del conjunto céltico de Europa y prácticamente inexistente en Hispania. Con una cultura muy parecida a la de sus “primos” los galos. Su capital es Corbio, muy cercana de su otra importante ciudad, Segia.

Ilergetes: Los ilergetes son el pueblo del valle del Ebro que más ha sido culturizados, siglos atrás, por la cultura ibera. Son íberos de pura cepa. Son un pueblo belicoso e imperialista, con una organización política más avanzada que el resto de pueblos y un ejército regular más numeroso. Sus caudillos tienen una gran influencia en la política activa en las asambleas y senados de las ciudades. Su extensión abarca desde el bajo Urgel (actual provincia de Lérida) hasta el río Gállego (actual Hoya de Huesca), limitando al sur con el río Ebro y al norte con las primeras estribaciones pirenaicas. Su amplio territorio está dividido en dos demarcaciones:

· La Ilergecia oriental es el territorio propio de este pueblo (actual provincia de Lérida). Es el más “ilergetizado”, donde la cultura íbera-ilergete está presente en todas las ciudades, aldeas y poblaciones. La capital de este pueblo se encuentra aquí: Iltirda. Otras ciudades de esta zona son Esso u Octogesa, entre otras.

· La ilergecia occidental son tierras que se encuadran en la actual provincia de Huesca, comenzando en la actual Comarca de la Litera. Esta área fue iberizada tiempo atrás, es decir, las gentes que allí habitan son íberas. Desde hace décadas sucesivos movimientos de clases dirigentes a esta zona finalizaron con su definitiva ocupación por parte del aparato estatal ilergete. La cultura ilergete se encuentra más remarcada en las ciudades, donde sus símbolos y guerreros hacen más acto de presencia. Las áreas rurales, aunque tributarias del poder central en Iltirda, están más desvinculadas del mismo; habiendo incluso varios pequeños focos de repulsa hacia el gobierno ilergete. Su ciudad principal es Bolskan.

Belaiscos: Son un pueblo asentado en la margen derecha del río Ebro, bajo Salduie (actual Zaragoza). Posee una cultura celtíbera, al igual que otros pueblos adyacentes pertenecientes a la Celtiberia. Con claras costumbres y atenuantes célticos, guardan una estrecha relación con el resto de pueblos belos, tronco común del que forman parte. Son un pueblo culturalmente muy desarrollado con un amplio sentido de la política y el gobierno. Con un sistema económico, legal y tributario al nivel de otros pueblos como ilergetes. Su organización estatal se rige por los modelos imperantes en toda la Celtibera, que poco o nada tienen que ver con otros pueblos de raigambre ibera o céltica de la margen opuesta del río Ebro. Sus principales ciudades son Contrebia Belaisca y Nertóbriga.

Vascones: Provienen de los “barskunes”. Cultura que hunde sus raíces en la lejanía del tiempo, con un pasado incierto. Poseen una cultura propia, con dialectos propios y creencias oriundas que, aunque vinculada a otras culturas iberas o pirenaicas, se encuentra bien diferenciada de éstas, aunque sí bien es cierto que muchos ritos los han asemejado a partir de sistemas de creencias iberos y/o celtas. Guardan mucha relación con el acervo pirenaico, el cual está patente en los iaccetanos, primos lejanos de éstos y, podríamos afirmar, el pueblo que mas se asemeja al vascón. Pese a lo que otros pueblos puedan pensar, los vascones poseen una cultura, a parte de bien definida, claramente constituida: con una organización estatal y tribal desarrollada, con un sentido de la propiedad privada, con ejércitos regulares y con asambleas basadas en sus regímenes consuetudinarios. No se trata, en su amplia mayoría, de clanes tribales dispersos por la sierras viviendo todavía en el paleolítico o neolítico (aunque sí existen en ciertos sectores de su territorio), sino que basan su soberanía en un régimen gubernamental al nivel, e incluso superior, que otros pueblos hispanos iberizados o celtizados. Hay que señalar que existen una gran variedad de tribus vasconas, algunas incluso enfrentadas entre sí, lo que propicia que el pueblo vascón no sea un territorio político unificado.

Clanes pirenaicos: Los clanes pirenaicos son una sucesión de tribus asentadas en los valles del Pirineo axial y central. Son clanes sujetos a un atraso tecnológico y político evidente, en comparación con otros pueblos como los arriba descritos. Poseen el mismo acervo cultural que fundamenta la cultura iaccetana y la vascona. Sus organizaciones tribales y sistemas de creencias provienen de milenios anteriores y la gran mayoría de ellos han permanecido intactos con el paso de los años. Evidentemente toda esta marabunta de clanes son independientes entre sí y su heterogeneidad es amplia, dándose tribus que la componen varias familias y otras que lo hacen varios centenares de individuos. Frecuentemente muchas de ellas se encuentran enemistadas entre sí, saqueando territorios vecinos. Tales clanes, en ocasiones, presentan desfases culturales en comparación de unos con otros, pudiendo encontrar algunos que perviven con una cultura paleolítica de cazadores-recolectores y otros con una organización tribal y unas tecnologías propias de la Edad del Hierro. Algunas tienen influencias culturales célticas, por su proximidad con pueblos galos de la vertiente norte del Pirineo, e incluso existen otras a las que se les puede ver guerrear con armas iberas o vasconas, fruto de ciertos exiguos intercambios culturales o de incursiones. También hay que señalar que otras poseen prácticas tan oscuras como antiquísimas, tales como la antropofagia, entre otras; y se cuenta que se han visto muchedumbres de oscuros guerreros que tan pronto eran hombres como lobos hambrientos… Tales leyendas han servido para caracterizar a este heterogéneo mosaico de clanes que habitan los oscuros valles pirenaicos.

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