Marramiau

Va, "Déjense de pelotudeces". Eso dirían los mejicanos. Vamoooos. Ya va a ser hora, coño. Que somos una cuadrilla de bufaplumas y esgarramantas abundantes y a ninguno se le ha ocurrido la santa iniciativa de escribir algo. Pues he aquí el bautizo del blog. Y no lo hago yo porque sea el indicado para hacerlo, ni siquiera porque me hayan pedido que lo haga. Más bien porque soy el primero que tiene los cojones de entrar, a diferencia de los que tienen los santos cojones (también) de entrar pero no de escribir nada. Pues eso. Que a falta de discurso enaltecedor de Torreta -que aún pone tipex en la pantalla-, y de lecciones y anécdotas siempre interesantes de las que cuenta Toni, o de viajes oníricos y reales de esos que cuenta el Martino y que nosostros escuchamos a oidos bataleros; pues a falta de ellos, ahí viene el mío. Que va a ser que nos hacía merecida falta. Que un grupo de chovens fuéramos más humanos de lo que se suele ser o aparentar en la actualidad, y nos diera por arrimar los hombros y hacer algo por todos y para todos. Es decir (...), no sólo por la cultura, no sólo por el folkore, no sólo por nuestro acervo idiosincrásico, no sólo por nuestro pueblo. Sino por todo lo que lo hace posible: las gentes, las ideas, el alma, el pueblo, el espíritu y por nosotros. Que ya nos hacía falta. Que ya les hacía falta. Así que, con ánimo y loable aplauso, es hora, desde estas líneas, de dedicar mi más sincero homenaje y mi más sonada ovación a l'asociación l'esparavel y a todo su equipo. A todo nuestro equipo.

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